Como un libro que se deja a medio leer y se abandona en una oscura estantería durante años hasta que un día cualquiera algo nos recuerda que jamás lo acabamos y entonces deseamos saber como seguía la historia . Lo rescatamos de su oscuro rincón y la fina capa de polvo que lo cubre nos hace sentir remordimientos,sin embargo, la marca de página que hicimos sigue ahí, indicándonos, como los dioscuros a los marineros, la ruta a seguir.
Y finalmente acabamos el libro que absurdamente dejamos de lado abstraídos por la miseria que nos rodea y por fin fray Guillermo encuentra al asesino de la Abadía y la biblioteca secreta, Vinicio y Ligia huyen de Roma a salvo dejando atrás al loco Nerón, Ulises alcanza Itaca y Jonathan acaba la catedral que su padre Tom empezara a levantar.
Estos libros están ahí para nosotros, lo mejor que fue capaz de dar el genio de algún genio, para nosotros, que, sin embargo, no siempre valoramos el regalo. Pensar en las miles de obras que se han perdido por el largo camino de la historia, quizás también arrinconadas en el escriptorium de una abadía medieval o quemados por cuestiones religiosas, no hagamos nosotros lo mismo.
Por eso, el día de Sant Jordi, el día del libro, escoged muy bien el libro que regaléis, hay muchos y muy buenos para pararse un rato a pensar. ¿ No os parece?.
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